Porqueese cielo azul que todos vemos, ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande. que no sea verdad tanta belleza! Sí, este A una mujer que se afeitaba (de ponerse afeites, cosméticos, hoy maquillaje) es uno de los más célebres y perdurables sonetos de nuestros Siglos de Oro; y no, no es obra de ninguno de nuestros grandes sonetistas
PatriciaGarcía-Rojo Cantón (Jaén, 24 de septiembre de 1984) es una escritora española, licenciada en filología hispánica por la Universidad de Jaén [2] [3] es profesora de lengua española y literatura desde 2008. [4] Doblemente premiada con el Premio Gran Angular que concede anualmente la Fundación SM.En el año 2015 por su novela El mar [1] [5] [6] y Pegamossoles amarillos en el pizarrón. - Estampamos nuestras manos en un afiche y le regalamos una guarda para la salita. Utilizamos los colores primarios. - Asistencia: jugamos con conos de cartón y de plástico. - Técnica: pintamos con témpera amarilla sobre una base de afiche del mismo color (elemento: corchos). ylos rojos bailan tanto que se queman en su ardor. ¡Vaya locura! ¡Vaya el Color! El amarillo se viene grande y lleno de fervor y le abren paso todos como viendo a Agamenón. A lo humano y lo divino baila el santo resplandor: aromas gajos dorados y el azafrán volador. ¡Vaya delirio! ¡Vaya el Color! Y por fin se van siguiendo . 205 47 75 281 290 362 37 37 296